Son varias las señales que nos pueden poner sobre aviso de la necesidad de trabajar con uno mismo, la principal siempre va a ser el grado de interferencia que genera en el día a día.
En cuanto la persona siente que el grado de malestar
le condiciona y le impide llevar su vida cotidiana, es posible que haya llegado el momento de pedir ayuda.
Otras señales importantes pueden ser:
- Altos niveles de ansiedad.
- Preocupaciones constantes.
- Obsesiones recurrentes.
- Relaciones conflictivas.
- Sensación de que el pasado no te deja pasar pagina y vivir el presente.
- Sentimiento de soledad, tristeza, abatimiento de forma frecuente.
- Dificultades para concentrarse.
- Problemas del sueño.
- No sentirse bien consigo mismo.
- Comparación recurrente con los demás.